
El reportaje habla sobre su adaptación al centro y al pueblo, como se encuentran, en qué actividades participan, y qué les gustaría hacer y trabajar. La aportación de sus testigos da ejemplo de su buena integración y las ganas que tienen de aprender y de participar.
Gracias a la iniciativa de la AMIT (Aprenc, M’Implico i Treballo), los jóvenes del centro entran en un programa de inserción sociolaboral que tiene por objetivo enseñar el idioma, los hábitos y las costumbres de nuestro territorio para empoderarse y conseguir que sigan con su proyecto de vida. El efecto positivo es recíproco, ya los vecinos del pueblo pueden ver cómo son personas jóvenes con iniciativa y voluntad para participar activamente y ser vecinos del municipio. Así lo declara la propietaria de un establecimiento donde trabajan tres chicos:
“Estoy muy contenta, tienen muchas ganas de trabajar y son muy buenos chicos. Además, tienen muy buena relación con los compañeros de trabajo”
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